domingo, 23 de marzo de 2008
¡Aleluya, aleluya!. Que el Señor resucitado los llene de bendiciones.
Acabamos de vivir la fiesta más importante de la Iglesia Católica, como es la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor JESUCRISTO, y esperamos que al igual que Él, cada uno de nosotros resucite de todo aquello que le causa muerte: envidia, traición, egoísmo, falta de amor, etc. Nuestra comunidad vivió esta semana con diferentes actividades, en las cuales no pudo estar presente nuestro Cura Párroco, por tener que atender la Sede Parroquial, pero sin embargo, tuvimos la gracia de contar con el Padre Manuel Solís, quien nos acompañó en todos los días Santos. Una de las celebraciones que no habíamos podido realizar en otras ocasiones fue la celebración de la Liturgia del Viernes Santo con la Adoración a la Cruz; ésta se realizó después del Via Crucis organizado por los Jóvenes de Confirmación y acudió a ella un muy buen número de personas, dándonos cuenta así que Cristo está presente entre nosotros.
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